El gran inversor Philip Fisher, es uno de los mentores de Warren Buffett, el cual siempre ha reconocido públicamente la influencia de Fisher en su estilo de inversión. No hay más que recordar su mítica frase: “soy 85% Graham y 15% Fisher”.
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Nació el 8 de septiembre de 1907 en San Francisco. En 1931 creó su propia empresa de inversiones Fisher & Company, en la que trabajó hasta que se jubiló en 1999 con 91 años, consiguiendo grandes rentabilidades. Es uno de los grandes inversores de la historia, con un estilo muy definido: invertía a largo plazo en empresas de calidad con un negocio sólido y que cotizaran a precios razonables.
Este inversor value, no se amilanaba con las dificultades y aprovechaba cuando reinaba el pesimismo en los mercados para comprar, manteniendo las emociones para invertir en contra de la corriente mayoritaria.
A diferencia de lo que estiman los cánones y la ortodoxia, no diversificaba su cartera, prefería centrarse en pocas compañías que conocía muy a fondo.
Nos dejó una serie de frases míticas:
- La paciencia es necesaria para conseguir grandes beneficios mediante las inversiones.
- El mejor momento para vender una buena acción es casi nunca.
- No quiero muchas buenas inversiones, quiero pocas excepcionales.
- No sigas a la multitud.
- En la bolsa tener un buen sistema nervioso es incluso más importante que tener una buena cabeza.
Pues bien, Fisher siempre tenía en su escritorio y en la mesita de noche el poema de Rudyard Kipling (poeta, periodista y novelista inglés que nació el 30 de noviembre de 1865 en Bombay, India, fue Premio Nobel de Literatura en 1907), poema llamado IF.
Está considerado uno de los poemas estrella del estoicismo inglés y en 1995 fue votado en la BBC como el poema favorito de las islas británicas.
El estoicismo versa acerca del control y el dominio sobre uno mismo ante las adversidades y las dificultades. Su ideal era lograr un estado en el que nada te altere pese a lo que se produzca a tu alrededor.
Les dejo a continuación el poema IF en español:
SI
Puedes conservar tu cabeza, cuando a tu alrededor
todos la pierden y te cubren de reproches.
Si puedes tener fe en ti mismo, cuando duden de ti
los demás hombres y ser igualmente indulgente para su duda.
Si puedes esperar, y no sentirte cansado con la espera.
Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira,
y si eres odiado, no devolver el odio sin que te creas,
por eso, ni demasiado bueno, ni demasiado cuerdo.
SI
Puedes soñar sin que los sueños, imperiosamente te dominen.
Si puedes pensar, sin que los pensamientos sean tu objeto único.
Si puedes encararte con el triunfo y el desastre, y tratar
de la misma manera a esos dos impostores.
Si puedes aguantar que a la verdad por ti expuesta
la veas retorcida por los pícaros,
para convertirla en lazo de los tontos,
o contemplar que las cosas a que diste tu vida se han deshecho,
y agacharte y construirlas de nuevo,
aunque sea con gastados instrumentos.
SI
Eres capaz de juntar, en un solo haz, todos tus triunfos
y arriesgarlos, a cara o cruz, en una sola vuelta,
y si perdieras, empezar otra vez como cuando empezaste,
y nunca mas exhalar una palabra sobre la perdida sufrida.
Si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios,
a que te obedezcan aun después de haber desfallecido
y que así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa
que la voluntad gritando: persistid, es la orden!!
SI
Puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud,
o alternar con reyes y no perder tus comunes rasgos.
Si nadie, ni enemigos, ni amantes amigos,
pueden causarte daño.
Si todos los hombres pueden contar contigo,
pero ninguno demasiado.
Si eres capaz de llenar el inexorable minuto,
con el valor de los sesenta segundos de la distancia final.
Tuya será la tierra y cuanto ella contenga.
Y ,lo que vale más, serás un hombre, hijo mío!