Te voy a comentar por qué la caída del cobre es sólo el comienzo de lo que nos puede tocar vivir y también algo muy interesante del ratio cobre/oro.
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Para qué se utiliza el cobre
El cobre es el tercer metal más utilizado por detrás del hierro y del aluminio.
Entre sus principales usos tenemos los siguientes:
– En el sector de la construcción: el cableado de los edificios, tuberías de agua y de gas, sistemas térmicos.
– Electricidad: gracias a que es un gran conductor de la electricidad.
– Transporte: el cobre está presente en los coches, aviones, trenes, barcos, naves espaciales.Varios: se utiliza en los cables de telefonía, en las monedas, joyas, objetos de cocina, adornos, muebles, pinturas, maquillaje, ropa, instrumentos musicales pomos de las puertas, aire acondicionado, ordenadores, sistemas de energía…
En realidad la lista es muy extensa, pero con estos breves apuntes seguro que ya te has hecho una ligera idea de la importancia que tiene el cobre hoy en día en nuestras vidas.
La caída del cobre es sólo el comienzo
El precio del cobre se ha desplomado más de un -30% desde el pasado mes de marzo. La principal razón se debe a que se teme que la recesión que acecha a la mayoría de economías desarrolladas termine por afectar e incidir negativamente en la demanda de cobre.
Sí, el cobre es considerado como un barómetro o indicador de la salud de la economía. De hecho, en Wall Street, al cobre le llaman Dr. Copper porque en muchas ocasiones adivina la evolución de la economía. Cuando el precio del cobre baja suele ser señal de que se avecina una recesión.
China es el primer consumidor a nivel mundial de cobre y representa casi la mitad del consumo mundial. En realidad los mayores países importadores de cobre son China y Japón. Si las economías de estos países van mal afecta negativamente al cobre.
Y precisamente siguiendo con el temor a una recesión como primera causa del desplome del cobre, entra en juego el hecho de que la inflación mundial está por las nubes y los bancos centrales subiendo con fuerza los tipos de interés, y no solo la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, sino que la pasada semana más de 25 entidades también los subieron, como Suecia y Suiza.
Claro, un endurecimiento monetario tan rápido y tan agresivo eleva sustancialmente el riesgo de recesión. Los bancos centrales son plenamente conscientes de ello, pero entre elevada inflación y recesión prefieren recesión.
Así pues, la caída del cobre es sólo el comienzo y estaría avisando de que el riesgo de recesión es cada vez más elevado.
Y espera, que hay más. Los mineros llevan tiempo advirtiendo que en unos dos años podríamos asistir a una fuerte escasez de cobre que incidiría el la economía mundial e inflaría la inflación al incrementar los costes de fabricación.
Los inventarios están cerca de sus mínimos históricos y la producción de nuevas minas podría ser escasa (hay que tener en cuenta que se requieren mínimo diez años para desarrollar una nueva mina y ponerla en marcha).
En el gráfico puedes ver perfectamente cómo este año el cobre está desplomándose. Desde abril no levanta cabeza, hizo un mínimo anual en julio, rebotó un poquito y vuelve a caer.
La importancia del ratio cobre/oro
Aquí entra en juego el ratio cobre/oro. Cuando el precio del cobre ya sabemos que indica riesgo de recesión a la vista. Por otro lado, sabemos que el oro es un activo refugio en tiempos difíciles.
Las 2 ideas:
– Cuando sube el cobre significa optimismo en la economía gracias al aumento de la demanda en sectores como la construcción, el transporte y la industria.
– Cuando el oro refleja temores, incertidumbre, el dinero sale de la Bolsa en busca de refugio.
Por tanto, si dividimos el precio del cobre por el precio del oro tendremos una visión muy interesante de lo que está sucediendo.
Este ratio cobre/oro se interpreta de la siguiente manera:
- Si el ratio baja significa que los inversores compran más oro que cobre, no ven el panorama bien.
- Si el ratio sube significa que los inversores son optimistas ante el escenario futuro.