Qué son los ETFs y cómo podemos aprovecharlos para invertir

Vamos a ver qué son los ETFs y cómo podemos aprovecharlos para invertir. Aprenderemos todo lo que hay que saber de este producto financiero.

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Qué son los ETFs

Los ETFs son fondos cotizados en Bolsa, digamos que una especie de mezcla entre los fondos de inversión y las acciones, ya que por un lado tiene la ventaja propia de los fondos (poder tener una buena diversificación) y por otro lado la ventaja de poder comprar y vender fácilmente, de manera ágil y rápida (ventaja propia de la inversión en acciones).

Un ETF está compuesto por un número de valores al estilo de un fondo de inversión y replica la composición del índice bursátil al que hace referencia, ya que los ETFs son fondos indexados, es decir, fondos de gestión pasiva cuya finalidad es replicar el comportamiento de un determinado índice bursátil.

Cuáles son las características de los ETFs

Podemos enumerar las siguientes:

– Un ETF se asemeja bastante a las acciones porque cotiza a lo largo de la jornada en Bolsa.

– Su valor liquidativo se publica al cierre de la sesión.

– Cualquier persona, si lo desea, puede comprar ETF al precio marcada en ese justo momento y todo ello es en tiempo real.

– Son fondos indexados que replican a un índice bursátil, por lo que el objetivo del gestor no es batir a ese índice, sino que el ETF, para lo bueno y para lo malo se comporte igual que el índice de referencia.

– Los ETFs se compran y se venden al igual que las acciones y con las mismas comisiones. Se pueden utilizar órdenes como a mercado, limitadas, stop loss.

– Son transparentes y tenemos fácil acceso a cuestiones como el precio, el volumen, composición, valor liquidativo.

– Presentan una gran liquidez y la negociación se realiza en el Sistema de Interconexión Bursátil.

– Cada vez ganan más adeptos y hoy en día son ya un vehículo de inversión perfectamente asentado.

Qué ventajas tienen los ETFs

Algunas de las principales son:

* Diversificación: al replicar un índice bursátil implica ya de por sí que se trata de una inversión diversificada, ya sabe eso de no poner todos los huevos en la misma cesta.

* Inversión: con una única acción (la de comprar el ETF) ya estaríamos invertidos en una cesta de valores.

* Comisiones bajas: imagine el dinero que nos costaría replicar un índice bursátil, tendríamos que crear una cartera con acciones de todas las compañías que forman ese índice y hacerlo además respetando la misma proporción o ponderación que tienen esos valores en el índice. En cambio, con un ETF nos ahorramos todos esos costes económicos. Y claro, al ser un fondo de gestión pasiva, las comisiones del ETF son más bajas y baratas que las de cualquier otro fondo de inversión tradicional de gestión activa (hay ETFs con comisiones inferiores al 0,25% e incluso otros con el 0,03%).

* Tiempo: imagine también el tiempo que nos ahorramos no sólo si quisiéramos hacer una cartera de acciones para replicar un índice bursátil, sino el tener que seguirla cada día para ir haciendo los ajustes pertinentes de cara a mantener siempre esa réplica del índice. Pues con un ETF también nos ahorramos todo ese tiempo y trabajo, porque de eso se encarga el gestor del ETF por nosotros.

*Cobertura: un inversor más sofisticado y experimentado puede utilizar los ETFs para cubrir y proteger otra inversión en caso de que vaya mal. Por ejemplo, imagine un inversor que está corto con futuros en el Eurostoxx (apuesta por caídas en el Eurostoxx). Pues por si acaso, compra un ETF del Eurostoxx. De esta manera, si el Eurostoxx no cae, la pérdida que sufriría con los futuros se compensaría con las ganancias que obtendría con el ETF.

Qué tipos o clases de ETFs existen

Si nos centramos en los más importantes tendríamos:

Tradicionales: son aquellos que replican el índice bursátil al alza, de manera que si el índice sube el ETF genera una rentabilidad positiva. En cambio, si el índice cae el ETF arrojará pérdidas.

Inversos: son aquellos que replican el índice bursátil a la baja, de manera que si el índice sube el ETF genera una rentabilidad negativa. En cambio, si el índice cae el ETF arrojará ganancias.

Apalancados tradicionales: son los ETFs que tienen una fuerte exposición al índice bursátil (dos y hasta tres veces) de manera que si la cosa va bien y el índice sube, ganamos más dinero que con un ETF tradicional y si la cosa va mal y el índice cae pues perdemos más dinero que con un ETF tradicional.

Inversos apalancados: son los ETFs que tienen una fuerte exposición al índice bursátil (dos y hasta tres veces) de manera que si la cosa va bien y el índice cae, ganamos más dinero que con un ETF inverso y si la cosa va mal y el índice sube pues perdemos más dinero que con un ETF inverso.

Cuál es la fiscalidad de los ETFs

Tanto las ganancias como las pérdidas que tengamos al invertir en ETFs nacionales o internacionales se integran en la base del ahorro como ganancia patrimonial, aplicándose una tarifa progresiva que va desde el 19% al 23%.

Los 3 tramos progresivos son los siguientes:

Ganancias hasta 6.000 euros: 19%
Ganancias entre 6.000 y 50.000 euros: 21%
Ganancias superiores a 50.000 euros : 23%

Hay que tener presente que las participaciones en ETFs tienen básicamente el mismo tratamiento fiscal que las acciones y todo dividendo recibido vía ETFs tributa como rendimiento del capital mobiliario con su correspondiente retención fiscal.

En el caso de que existan pérdidas, puede realizarse una compensación con las ganancias obtenidas.

La principal diferencia de los ETFs con los fondos de inversión en el ámbito fiscal es que los ETFs no tienen la ventaja de la exención fiscal porque no existe la figura del traspaso.