Te voy a contar una famosa historia sobre el Viernes Negro de 1869 que hundió literalmente el precio del oro y la Bolsa.
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El Viernes Negro de 1869 que hundió el oro
A lo largo de la historia hemos asistido a muchas crisis bursátiles, algunas realmente graves e importantes, con consecuencias desastrosas para las Bolsas, los inversores y originando crisis económicas. Podemos poner como ejemplo el crack del 29 y el del 87.
pero si hay un crack bursátil famoso que se pueda decir que fue el primero y que hundió literalmente el precio del oro y de los mercados de Wall Street fue el Viernes Negro de 1869.
Realmente, la causa y el origen de todo ello hay que buscarlas en las fuertes especulaciones que hacían muchos inversores en el oro. En un primer momento dichas especulaciones hicieron subir su precio como la espuma, pero finalmente se desplomó hasta los infiernos.
El famoso Viernes Negro de 1869 se produjo el 24 de septiembre de 1869. Dos inversores, llamados Jay Gould y James Fisk tenían como objetivo acaparar buena parte del mercado del oro y de esta manera poder provocar una fuerte subida del metal utilizando para ello sus importantes influencias políticas de cara a que el Gobierno no vendiera oro.
Y es que el Gobierno estaba intentando financiar su deuda mediante la emisión de moneda y deuda sin respaldar por oro y había prometido pagar en oro los bonos y monedas emitidas.
Claro, el Gobierno disponía de mucha influencia para poder establecer el precio del oro utilizando sus reservas.
Jay Gould y James Fisk buscaron convencer al presidente de Estados Unidos para que no vendiera el oro, trataron de explicarte todas las ventajas que implicaría que el precio del oro siguiese subiendo.
Así las cosas, estos dos inversores en el verano de 1869 estaban acumulando bastante oro y para no ser descubiertos y que saltaran las alarmas, lo hicieron mediante sociedades interpuestas y otros trucos.
El plan les estaba funcionando realmente bien. El oro ese verano estaba en 132 dólares, luego subió a 145 dólares e incluso alcanzó la cota de los 200 dólares. El 24 de septiembre el Águila Doble, una moneda con 30 gramos de oro con un valor de 20 dólares, subió un +30% respecto a su valor cuando Grant había accedido al cargo de presidente del país.
Pero el presidente Ulysses Grant se enteró del plan y lo primero que hizo rápidamente fue dar la orden de que se vendiesen 4 millones de dólares en oro del Gobierno (una cantidad enorme para aquella época).
Entonces el precio del oro empezó a caer y a caer. En pocos minutos se hundió un -32%. Este hecho originó irremediablemente cuantiosos daños colaterales. Por ejemplo, la Bolsa se desplomó un -21%. También otras materias primas se hundieron, por ejemplo el trigo y el maíz cayeron un -50%.
Las consecuencias económicas del Viernes Negro duraron varios meses. Y por más difícil que sea de creer, Jay Gould y James Fiskde salieron prácticamente indemnes y nunca fueron a la cárcel.
El historiador Henry Adams era de la opinión de que el presidente Ulysses Grant había tolerado, animado e incluso participado en la la estafa, y atacó a Grant en un artículo en el año 1870 llamado La Conspiración de Oro de Nueva York. Las sospechas sobre la implicación de Grant hicieron que su periodo presidencial fuese conocido como la Era del Robo de Bienes.
Hay una dramatización de la vida de Fisk en una película llamada The Toast of New York (1937), titulada en España La tostada de Nueva York.