Vamos a ver por qué la amplitud del mercado y el drawdown lastran la Bolsa y muestran debilidad. Lo vamos a explicar fácilmente porque es un tema muy importante que hay que conocer.
Qué es la amplitud del mercado
Es el número de valores de un índice bursátil que suben en relación con el número de valores que bajan.
También es el porcentaje de valores de un índice bursátil que cotizan por encima de las medias móviles.
Escribí un artículo explicando ampliamente qué es la amplitud del mercado y cómo interpretarla, sería interesante que lo lea antes de continuar.
Por qué la amplitud del mercado muestra debilidad de la Bolsa
Vamos a centrarnos concretamente en el porcentaje de compañías de cada índice bursátil que se mantiene por encima de las medias móviles de 50 y de 200 días.
Y es que el problema de esos porcentajes no es de hoy, sino que ya llevaba un tiempo en el que venía siendo cada vez más bajo y eso es preocupante, ya que cuanto menor sea el porcentaje de valores de un índice por encima de esas medias móviles significa que el mercado se está debilitando y si los índices no han caído con más fuerza se debe a que otros valores con mayor peso en los índices aun aguantan sin perder sus respectivas medias móviles.
A día de hoy el tema está de la siguiente manera:
– Media móvil de 200 días
- Porcentaje de valores del S&P500 por encima: 68%
- Porcentaje de valores del Nasdaq por encima: 42%
- Porcentaje de valores del Russell 2000 por encima: 52%
– Media móvil de 50 días
- Porcentaje de valores del S&P500 por encima: 28%
- Porcentaje de valores del Nasdaq por encima: 48%
- Porcentaje de valores del Russell 2000 por encima: 50%
Como dato adicional, apuntar que todas las compañías del sector energía en USA están por encima de la media móvil de 50 días. En cambio, ninguna compañía del sector de servicios públicos en USA está por encima de dicha media móvil. Contundente y significativo lo que está sucediendo, ¿verdad?
Qué es un drawdown y por qué aumenta este año
El drawdown es el tiempo y la fuerza de la caída de un mercado concreto respecto a su último máximo. Es decir, lo que cae un mercado y que se mantiene por debajo de su máximo anterior.
Por el momento, el drawdown en el actual ejercicio es más reducido de lo normal, por lo que es hasta lógico y normal (incluso diría que hasta sano y conveniente) que los mercados caigan y corrijan, que se oxigenen un poco.
Y es que si cogemos desde el récord histórico del S&P500 a principios del mes de septiembre, la caída ha sido de un 5,1%. Esto significa que la tremenda racha que llevaba de casi 212 sesiones moviéndose sin llegar al -5%, algo no visto en casi tres años, se ha terminado. Y decir que desde el punto de vista histórico, casi la mitad de los drawdowns superiores al -5% terminaron convirtiéndose en una caída del -10%. Veremos qué sucede en esta ocasión.
Bueno, como verá es lógico asistir a estos recortes, además hay que añadir que el 92% de las compañías que forman el S&P500 han tenido un drawdown al menos del -10%. Si miramos las compañías del Nasdaq tenemos el 88% y en el Russell 2000 (es un índice bursátil compuesto por 2000 compañías estadounidenses de baja capitalización) es el 98%.
Por qué entonces la Bolsa no cae con más fuerza
Claro, si tenemos en cuenta hasta ahora todo lo indicado acerca de la amplitud del mercado, cada vez un menor porcentaje de valores de los índices de Wall Street que permanecen por encima de las medias móviles clave y un drawdown que ya ha superado la barrera del -5%, pues la pregunta se impone: por qué pese a todo el mercado está aguantando.
Podría enumerar varias causas, pero hay una que es realmente significativa y merece una explicación detallada aparte. La respuesta es gracias a los inversores minoristas, entendiendo por tal aquellos inversores que son personas físicas y no institucionales o manos fuertes como sería el caso de los fondos de inversión, hedge funds, agencias de valores, bancos de inversión.
Mire, hay un estudio de Vanda Research en el cual se observa que cada vez que la Bolsa está débil y cae, los inversores minoristas acuden rápidamente a comprar más abajo y a mejor precio aprovechando los recortes. Esto se podría interpretar en el sentido de que los inversores minoristas no se fían y sólo se atreven a comprar tras una caída de al menos un -3% de ahí en adelante. En cambio en un mercado lateral encuadrado el precio en un rectángulo, no compran.
Basta con ilustrarlo con un ejemplo práctico que sucedió hace una semana cuando asistimos a una fuerte venta de las acciones de las más importantes compañías del sector de la tecnología. Pues resulta que los inversores minoristas no se amedrentaron y se lanzaron indiscriminadamente a la compra de esos valores.
Pues ya sabe por qué la amplitud del mercado y el drawdown lastran la Bolsa. Como siempre, calma y tenga cuidado ahí fuera.
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